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Redacción

ThisIsAlex y Laura West, volved a Madrid porfa

El 16 de octubre se alinearon los astros, en el día en que ambos artistas inauguraron NO HAY GIRA con un concierto en la sala Vesta

Ha pasado poco más de dos meses del concierto del año. ¿Qué digo del año? El concierto del siglo. ¿Qué digo del siglo? El concierto del milenio. ThisIsAlex y Laura West en la sala Vesta. Suena increíble, pero es cierto. Ese concierto fue espectacular, y si te lo perdiste, supongo que te arrepentirás hasta el fin de tus días. Nosotros no nos arrepentimos, porque ahí estuvimos, en primera fila además. Pero bueno, ¿dónde más íbamos a estar? Al fin y al cabo, el concierto lo programábamos nosotros.


Era la noche del miércoles 16 de octubre. El público empezaba a entrar en la sala Vesta, donde nosotros llevábamos ya un rato. Nos comimos hasta la prueba de sonido (ya sabes, por eso de que organizábamos el concierto con NO HAY GIRA, la gira de NO HAY CHANCES), pero eso nos lo vamos a ahorrar. La cuestión es que en la sala empezaba a llenarse de gente, y nadie era consciente de lo que estaba a punto de suceder. Nadie, salvo nosotros, claro, porque nosotros sí sabíamos lo que estaba a punto de pasar.


El reloj marcó las 21:30 cuando una misteriosa figura, cerveza en mano, tomó el escenario. ¿ThisIsAlex? ¿Laura West? No, nada de eso. La silueta en cuestión no era nada más ni nada menos que la de Hugo Romero, aka PROFHUGO. ¿Que a quién se le ocurrió que el presentador del primer concierto de NO HAY GIRA fuera un cantante/director/guionista/actor/artista de tales dimensiones? No lo sabemos (o quizá sí). Lo que sí tenemos claro es que fue la mejor peor decisión que pudimos tomar. Sorprendentemente (o quizás esperablemente), el público respondió a los improperios de dicho presentador, por lo cual, algo bien hicimos (o hizo). Discurso aquí, discurso allá, PROFHUGO abandonó el escenario dejando paso a la primera actuación de la noche.


Laura West subió al escenario acompañada de dos bailarines: Ricki Santos y Andrés Cozar. Así dio comienzo a un show que por momentos llegó a parecer, entre cartas del tarot y velos de encaje, más un ritual que un concierto. Pero exactamente ahí mismo pudimos encontrar la chispa de magia, en lo conceptual, la performance. ¿Quién no ama un buen concierto teatral? Porque a mí, querido lector, son de los que más me gustan.


Con la sincronía que mostraban Laura y los bailarines en el escenario desde el segundo uno, nadie se habría atrevido a pensar ni que Cozar había coreografiado y preparado el show a contrarreloj los días previos al concierto, ni que West había bajado de un AVE Girona-Madrid un par de horas antes de la prueba de sonido. Nadie lo pensó, pero así fue y eso supongo que tiene su mérito (lo tiene, si piensas que no, wtf te pasa?).


Habiendo arrancado el set con Muérdeme y tras dar VUELTAS DE CAMPANA de Caramelo (he hilado super fino el setlist, ¿eh?), Laura confesó sus nervios, ya que como comentó, este era su primer concierto en sala. Impresionante, pero cierto. West había pisado más escenarios de festivales que de salas, de ahí que su show esté tan medido (o no, no soy analítico tampoco).


Con Aubor a los mandos, productor de día, DJ de noche; Laura pasó de Never Más Remix a tu lamento, de ENCAJE, donde colaboró con May Babe, a Tnp y de PKAMI a Tócame. Poco quedaba ya de set y aun así había alguna que otra sorpresa por exponer. Subiendo al escenario, de forma totalmente inesperada (yo me lo esperaba), para cantar la entonces inédita EGO, Carmen Lillo hizo acto de presencia. Menudo dúo, por algo han aclamado la canción hasta en mundos deportivos.


Tristemente, nada pudo evitar que llegara el final del set, pero lo cierto es que, menudo final. Tras despedirse del público, en Cobarde, Laura invitó junto a ella al escenario a Kiara, una chica que viajó desde Murcia a Madrid solo para el concierto. La emoción se palpaba en el ambiente, de verdad. Al fin y al cabo, lo que podías ver era a Laura recibir de vuelta esas palabras que ella misma había escrito, y no solo por Kiara a quien daba la mano en el escenario, si no también por gran parte del público que coreaba la letra. Tras esto, solo quedaba una última canción, LLUNA, que cerró el concierto de la mejor forma posible.


Cuando eran las 22:22, más o menos, una nueva silueta misteriosa apareció en el escenario. ¿ThisIsAlex? No. ¿PROFHUGO de nuevo? Tampoco. Esta vez fue jase quien subió al escenario. ¿Quién había invitado a este cantante a ser presentador? No lo sé, intentamos detenerlo, pero fue imposible. jase se encargó de presentar a ThisIsAlex y, bromas aparte, puede que no hubiera nadie mejor para hacerlo. Al fin y al cabo, la carrera musical de ambos artistas está creciendo en paralelo; hay quien incluso los llamaría gemelos musicales (aunque no seré yo quien lo diga). El discurso fue emotivo; en él agradeció a la música por haberle dado los amigos que tenía ahora, entre ellos la estrella de la segunda actuación de la noche.


Fue entonces cuando, pasando de la emoción de la intro pregrabada a la energía extrema de Coi Leray, comenzó el concierto del gironés (sí, él también es de Girona). Acompañado en el escenario por el productor ohmy y el guitarrista Mario Climent, Alex llegó a la sala con un objetivo claro: presentar su EP debut en la capital.


Es imposible negar que el artista está a punto de pegarse; lo único que lo separa de lograrlo es, literalmente, una canción. Esto quedó claro al interpretar A solo un tema, para acto seguido lanzar al aire la gran pregunta de la noche ¿¿¿Valió la pena??? La respuesta de Alex no sé decirla (porque, de hecho, no soy adivino), pero el público parecía estar disfrutando del concierto, por lo que, para ellos, sí que había merecido la pena ir a la sala.


Fue en 7 noches cuando Alex invitó a jase al escenario (debía hacerlo, al fin y al cabo, la canción es una colaboración de ambos), siendo esta la primera vez que los artistas cantaban la canción juntos en un escenario. Hay quien dice que BENGRO, el productor de dicha canción, se encontraba entre el público en ese instante. ¿Que por qué no subió él también al escenario? Hay quien piensa que no se atrevía; yo me limito a pensar que a Alex se le olvidó invitarle.


Brincando por el escenario de la misma forma que saltaba de canciones antiguas a otras más recientes, el gironés pasó por Un verano contigo, Tu, X's y Una voz (Intro), justo antes de llegar al interludio del set. Preparando lo que posiblemente fue el momento más emotivo del concierto, ohmy abandonó su ordenador para tomar una guitarra acústica, mientras que Alex se sentó en el borde del escenario para interpretar la inédita Me morí (Memory). Fue ese instante en el que, debido a la luz de las linternas de los móviles de los asistentes, todo en el escenario parecía brillar.


Arrancando la recta final con Last Dance, la intensidad del concierto subía siguiendo una medida contraria a la de los cada vez más caídos pantalones del cantante (trap). Tu culpa, Tu match y Mis Feelings dieron paso a la última canción del show, para que, como no podía ser de otra forma, el concierto terminara con Youngstar. ¿Como podría ser si no? Si algo ha acompañado a Alex durante todo su recorrido ha sido ese lema, esa actitud, y ello le ha llevado hasta donde está. Llegado el último estribillo, el escenario empezó a llenarse de gente. Los amigos de Alex, habiendo viajado muchos de ellos desde Girona solo para el show, arrancaron un pogo en el medio del escenario. Entre Bipo, Ferrix, Flash, jase, Xapa de Lost Angels (cámara en mano, cómo no), Pol e incluso PROFHUGO y algún que otro asistente que, al ver dicha locura, decidió unirse, a día de hoy me sigue pareciendo increíble que, en un escenario a rebosar de gente saltando y lanzando cerveza por los aires, el cable del micrófono no acabara partido por la mitad o la guitarra de Mario volando por los aires.


No tengo claro con qué sensación abandonaron los asistentes la sala; sé que a las personas que conozco les gustó y que tanto Alex como Laura disfrutaron dando sus conciertos. Entonces, llegados a este punto, tampoco necesito más. No sé en qué momento se me fue la olla y decidí empezar a programar conciertos en NO HAY GIRA (la gira de NO HAY CHANCES, guiño, guiño), pero me miro al espejo y, de alguna forma, me siento satisfecho. Así que, por si alguien quisiera preguntarlo: ¿¿¿VALIÓ LA PENA??? Para mí sí.


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