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Pete Docter y Steven Spielberg: la magia de dos genios de la narración

¿Alguna vez has pensado qué es lo que convierte a una película en inolvidable?

(de izquierda a derecha) Pete Docter y Steven Spielberg

Hay imágenes, escenas, momentos y diálogos que, por alguna razón, se nos quedan clavadas en la memoria para siempre y recuerdas años más tarde con amigos en una mesa de bar. 


A veces basta con nombrar a Steven Spielberg para que inmediatamente acudan a nuestra mente imágenes de dinosaurios desbocados, arqueólogos aventureros con látigo o extraterrestres entrañables. Pero, ¿qué ocurre si mencionamos a Pete Docter? Tal vez su nombre no te resulte tan familiar de inmediato. Y, sin embargo, estoy más seguro que James Bond con un Martini en la mano, que te ha hecho llorar en más de una ocasión.


Pete Docter ha orquestado algunos de los momentos más emotivos del cine contemporáneo. Este genio de Minnesota que de pequeño jugaba a ser Indiana Jones en el arroyo detrás de su casa, ha logrado que reencuentros entre monstruos y niñas, ancianos solitarios con globos y despedidas desgarradoras de amigos imaginarios nos toquen el alma.


Piénsalo: ¿quién no se ha conmovido con el reencuentro entre Sully, ese monstruo afable y peludo, y la adorable Boo después de reconstruir la puerta blanca con florecillas violetas? O, ¿quién no ha intentado ocultar una lágrima viendo al solitario Carl Fredricksen volver solo con su globo azul? Si alguien dice que aguantó estoicamente la despedida de Bing Bong, probablemente esté mintiendo.


Pete Docter, puede que su nombre no resuene con la misma fuerza que el de Steven Spielberg, pero te aseguro que estos dos genios del cine tienen más en común de lo que piensas.


Steven Spielberg

Pocas veces el destino teje historias tan paralelas y fascinantes como las de Spielberg y Docter. Ambos directores, separados por más de dos décadas de historia, comparten un legado de raíces europeas y una infancia marcada por la creatividad y el aislamiento.


Spielberg, con su linaje judío ucraniano, y Docter, con su herencia danesa, crecieron bajo la sombra de madres dedicadas a la música y padres entregados a la educación y la ingeniería. Spielberg, cuya madre era pianista y restauradora, sufrió los embates del antisemitismo, mientras que Docter, hijo de una profesora de música, fue víctima del bullying por su estatura desmesurada y su naturaleza introvertida.


Desde temprana edad, ambos encontraron en el cine su refugio y su voz. Spielberg, a los 12 años, filmaba accidentes de trenes con una cámara de 8 mm, mientras que Docter se perdía en sus dibujos, animando con una cámara familiar.


Sus caminos hacia la cima del cine comenzaron con oportunidades inesperadas: Spielberg se coló en los estudios de Universal y, tras un encuentro fortuito, se convirtió en el director más joven con un contrato estable. Docter, en cambio, se unió a Pixar justo después de graduarse, convirtiéndose en el décimo empleado y el tercer animador de la compañía.


Sus talentos no tardaron en brillar. El corto Amblin de Spielberg dejó boquiabierto al vicepresidente de UniversalSidney Sheinberg, mientras que Next Door de Docter se llevó el premio anual de CalArts.


Spielberg comenzó su carrera dirigiendo secuencias para televisión hasta que El diablo sobre ruedas le dio su gran oportunidad. Docter, por su parte, aportó su magia a las primeras joyas de Pixar, Toy Story y Toy Story 2, hasta que llegó su momento con Monstruos, S.A..


Frame de Barbarian

Steven Spielberg, el hombre que convirtió a los tiburones en pesadillas veraniegas, decía:

La gente me ha dicho que necesitan una buena historia, independientemente de cuánto les cueste realizarla. Eso es lo que hago. Las historias son una necesidad humana.

Pete Docter y Steven Spielberg, ambos destacan por poner la manera de contar historias en el centro de su cine. Importa el qué, pero también el cómo. Dos generaciones distintas, dos formatos diferentes, pero un mismo talento para contar historias que nos tocan el alma.


Son expertos en evocar emociones profundas, utilizando personajes complejos y situaciones universales para conectar con la audiencia de una manera muy especial. Construyen sus narrativas sobre una base sólida de desarrollo de personajes, donde las relaciones humanas y los conflictos personales son el núcleo de la historia.


Un ejemplo de esto es el uso de la perspectiva infantil o de personajes con una mirada inocente para narrar la historia, lo cual aporta una frescura y sinceridad a sus películas. En E.T., Spielberg narra la historia desde el punto de vista de un niño, creando una conexión emocional inmediata con el público. De manera similar, Docter utiliza la perspectiva de personajes, como el niño en Up o las emociones personificadas en Inside Out para explorar temas complejos desde un enfoque accesible y conmovedor.


Ambos directores son también maestros en el uso de la música y el sonido para amplificar las emociones de sus películas. Spielberg ha colaborado frecuentemente con John Williams formando una dupla que es ya historia del cine. Su música icónica se ha convertido en parte integral de la experiencia cinematográfica. Docter, por su parte, ha trabajado estrechamente con Michael Giacchino para crear bandas sonoras que complementan perfectamente las emociones de sus historias y que poco tienen que envidiar a los anteriores.


Visualmente, utilizan recursos cinematográficos como planos largos y detallados. Un ritmo narrativo muy particular, con momentos frenéticos y relajados intermedios que permiten paladear los entresijos de la trama. Los efectos especiales innovadores y una dirección artística meticulosa para sumergir a la audiencia en sus mundos ficticios.


Spielberg dejó al mundo asombrado con su mezcla de sus efectos especiales y animatronics en Jurassic Park, que combinan tecnología avanzada con narrativas fascinantes. Docter, con Pixar, ha llevado la animación a nuevos niveles, creando mundos visualmente impresionantes como la recreación de la mente humana en Inside Out o el mundo infinito de puertas transportadoras de Monstruos S.A.. Estas recreaciones son tan emocionales como estéticamente hermosas, y han ayudado a moldear y establecer la identidad de Pixar.


Pero ahí no acaba todo. Ambos tienen una capacidad única para insertar humor en sus películas sin caer en la comedia fácil. Inolvidable ese momento de Indiana con cuarenta de fiebre deshaciéndose de un enemigo demasiado hábil con el sable. O el momento ficticio en el que Russell cae de la casa mientras un optimista Carl intenta bajarle a un edificio. Esto les permite abordar temas universales como el amor, la pérdida, y la superación personal sin caer en la lagrima fácil o el drama desmesurado. 


Los dos han conseguido resonar con audiencias de todas las edades porque sus historias no solo entretienen, sino que también invitan a la reflexión y al crecimiento personal, lo que explica por qué sus películas permanecen en la memoria del público mucho después de haber salido del cine. De alguna manera conectan con el ser de los tiempos.


Frame de Barbarian

Parte de este éxito reside en que ponen las relaciones y conexiones humanas como el núcleo de la historia. Recuerda la improbable y conmovedora amistad entre Sully y Boo en Monstruos, S.A. de igual manera que surge entre E.T. y Elliot en E.T., el Extraterrestre.


Ambos directores tienen una habilidad única para explorar relaciones que, en teoría, no deberían funcionar, pero que nos hacen llorar como magdalenas. ¿Quién iba a pensar que un monstruo peludo y una niña pequeña podrían tocar tantas fibras sensibles? O las amistades improbables entre el viejo cascarrabias Carl Fredricksen y el joven explorador Russell que nos recuerda a la de Tapón con Indiana


La edad o la procedencia no importan cuando se trata de aventuras y descubrimientos. ¿Quién necesita la juventud eterna cuando tienes un espíritu aventurero? Las increíbles travesías de Carl y Russell en Up son tan emocionantes como las aventuras de Indiana Jones. Ambos directores nos llevan a mundos fascinantes donde cada viaje es tanto externo como interno.


Docter aborda la pérdida y la superación en Up, mostrando a Carl lidiando con la pérdida de su esposa Ellie y encontrando un nuevo propósito. En Inside Out, Riley enfrenta la tristeza y la adaptación a un nuevo entorno. Spielberg nos ofrece la desgarradora realidad de la pérdida en La Lista de Schindler y Salvar al Soldado Ryan, explorando el sacrificio y la redención en tiempos de guerra.


Frame de Barbarian

Al observar la carrera de Steven Spielberg y Pete Docter, encontramos que ambos directores comparten una visión común sobre el poder de la narrativa cinematográfica. Con sus historias emotivas y personajes entrañables, Spielberg y Docter han demostrado que el cine puede ser una herramienta poderosa para explorar la condición humana.


A través de sus películas, han sabido captar la esencia de nuestras emociones más profundas, transportándonos a mundos de aventura y descubrimiento, mientras nos invitan a reflexionar sobre nuestras propias vidas y relaciones.


Así, a pesar de sus trayectorias diferentes y de los contextos en los que han trabajado, SpielbergDocter han dejado una huella imborrable en el corazón de millones de personas.

The Fabelmans viendo Jurassic Park

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