El cuarteto británico eclipsó el WiZink Center por segunda noche consecutiva, el pasado martes 11 de julio.
El calor en la capital era más que notable, pero a pesar de ello, miles de personas se congregaron en las puertas del WiZink Center esperando el nuevo concierto de la banda británica en la ciudad.
Con un público ansioso y preparado para el inicio del concierto, gracias a la impecable actuación del telonero Willie J. Healey, el WiZink acogía el segundo sold out de la banda en la capital madrileña.
La atenuación de las luces del escenario fue seguida por el rugido apasionado de la audiencia.
Acompañados por unos cuantos músicos, Alex Turner, Jamie Cook, Matt Helders y Nick O'Malley tomaron el escenario.
Acomodados tras sus instrumentos, el cuarteto dió inició al set con Brianstorm (Favourite Worst Nightmare; 2007).
Snap Out of It, track perteneciente a su aclamado álbum AM (2013), continuó con el show, siendo su segunda canción. La audiencia coreó cada verso de la canción, dejando clara su intención de entregar toda su energía a la música durante la velada.
Transportando al público entre los distintos estilos musicales de las canciones de sus diversos álbums, interpretaron canciones como Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair (Suck It and See; 2011) o Big Ideas (The Car; 2022)
Alex, con su inconfundible e imprescindible estilo retro y su actitud chulesca y carismática, se movía por el escenario con la fuerza de un torbellino, ya fuera enfundado en su guitarra o simplemente adueñándose del micrófono.
Su entrega, sumada a los distintos matices de su voz, cautivaba a los asistentes. Sus interacciones con el público, o sus pequeños gestos teatrales, servían para complementar su interpretación, consiguiendo así que ésta fuera extraordinaria.
Jamie hacía sonar su guitarra con una potencia palpable en cada momento. Sus movimientos desprendían una virtuosidad y una precisión asombrosa.
Luciéndose en sus solos o aportando poder a las canciones con los riffs de su guitarra, dejaba claro que es un auténtico maestro de las seis cuerdas.
Matt mantuvo su energía frenética tras la batería durante todo el concierto, creando ritmos pulsantes que vibraban por todo el recinto.
Los golpes, los redobles y los solos, eran ejecutados al milímetro, dando la sensación de que era uno con la batería. Su habilidad para dominar el ritmo con una contundencia atronadora creó una base que impulsó las canciones a niveles vertiginosos.
Nick dotaba el escenario de nuevas capas de texturas. Acompasando sus líneas a la perfección, su interpretación recordaba la importancia del bajo en cada canción.
Pasando por sonidos enérgicos y potentes, o por otros más atmosféricos, el músico se fusionaba sinergicamente con sus compañeros en todo momento.
Why'd You Only Call Me When You're High? y Arabella, ambas canciones pertenecientes al LP AM (2013), llevaron a la multitud a un estado de éxtasis colectivo. Daba la sensación de que el tiempo había quedado congelado y lo único que importaba era disfrutar del momento que se estaba creando gracias a la simbiosis de la banda con el público.
Durante Fluorent Adolescent (Favourite Worst Nightmare; 2007) el público parecía gozar como no lo había hecho nunca. Se apreciaban incontables sonrisas en una multitud que no cesaba de saltar, bailar y corear.
Cada detalle de Knee Socks (AM; 2013) retronó por todo el WiZink, desde su característico riff de guitarra hasta la suma de voces en el estribillo, sin dejar de lado la energía rítmica de la canción.
Con un escenario iluminado por un juego de reflejos, gracias a la bola de discoteca que colgaba del techo del recinto, los británicos interpretaron a la perfección There'd Better Be a Mirrorball, el primer single de The Car, el último LP de la banda, publicado en 2022.
Oscilando entre viejos clásicos como 505 (Favourite Worst Nightmare; 2007) o Do I Wanna Know? (AM; 2013) y nuevos himnos como Body Paint (The Car; 2022), el cuarteto conseguía mantener la entrega y la euforia colectiva del público en cada canción.
Tras abandonar un escenario que quedó vacío durante varios minutos, la banda lo conquistó de nuevo a ritmo de Sculptures Of Anything Goes (The Car; 2022), comenzando así el encore tan esperado por el público.
I Bet You Look Good on the Dancefloor (Wathever People Say I Am, That's What I'm Not; 2006) avecinaba el final de una velada que cerró por todo lo alto con R U Mine? (AM; 2013).
Tras los acordes finales de esta última canción, llegaron los vítores y los aplausos mientras el cuarteto se despedía de su público. Tras esto, el silencio inundó el recinto. La multitud intentaba asimilar la grandeza de la experiencia que acababan de vivir.
Arctic Monkeys deja prueba de ser uno de los iconos de la música contemporánea, interpretando sus canciones como si los escenarios hubieran sido creados exclusivamente para ellos.